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martes, 15 de marzo de 2011

Intercultural awareness worksheet

 

Can You Speak Bengali?

Aprovechando algo tan común hoy en día en nuestra sociedad como es el fenómeno de la inmigración y la llegada a nuestro centro de unos hermanos procedentes de Bangladesh,  decidí  programar una actividad intercultural para los cursos donde se encontraban estos niños.
 Dicen que el colegio es el reflejo de la sociedad y que  los cambios que se dan en esta, también deben darse en las aulas. Antes las lenguas extranjeras se aprendían de un modo instrumental, pero ahora esto está empezando a cambiar. A mi modo de ver las cosas, la enseñanza de lenguas extranjeras amplía las posibilidades de comunicación con otras personas de distintas culturas, favoreciendo su comprensión, diferencias sociales, modos de vida, ni mejores ni peores, tan solo distintos. Como algunas veces se ha dicho, observamos otras culturas con las gafas de nuestra propia cultura y ésta nos aporta una determinada forma de ver el mundo, de percibir e interpretar la realidad.
Así pues, con esta actividad, intentamos desarrollar la competencia intercultural de nuestros alumnos, que no es más que buscar un espacio de interacción entre dos culturas y su aproximación para evitar malentendidos.
Nuestro objetivo principal era que los compañeros de estos niños supieran un poco más sobre la cultura de su país, normas, costumbres, ya que la lengua no es solo un saber lingüístico sino también implica “habla” o uso  dentro de esa sociedad. Lengua es cultura y la cultura se expresa a través de la lengua.
Les planteamos la actividad desde la comparación de ambos países teniendo en cuenta que para ello  es necesario encontrar similitudes, empezar por lo común,  hasta llegar a las diferencias: geografía, densidad de población, idiomas, monedas, el tiempo, horarios, comidas, e incluso sistema educativo. De esta forma fueron capaces de  comparar y evaluar otros comportamientos, creencias y significados contrastándolos con los suyos propios y desarrollando comprensión analítica  y crítica de su propio sistema cultural y del otro.
Todo esto desde el punto de vista del grupo “clase”, pero ¿ que podían sentir los niños recién llegados al aula? Desde su lado, ellos siente un choque cultural es decir, una pérdida de todo símbolo, signo o señal que conocemos para llevar a cabo la interacción social. Esto se traducía en un ambiente de tensión y ansiedad ante la necesidad de hacerse entender tanto con los profesores como con sus propios compañeros, miedo a ser rechazados o incluso impotencia a la hora de actuar de una forma eficaz en su nuevo entorno.
Nuestra reflexión al acabar la actividad fue muy positiva, puesto que por parte de los niños nuevos supuso estar felices por compartir parte de su cultura con sus compañeros, hasta el punto de participar mucho más activamente que en otras actividades y en cuanto a nosotras y sus compañeros, conseguimos adquirir un nuevo conocimiento de una cultura con curiosidad e indagando, colocando dicha cultura en relación con la nuestra. Intentamos con éxito demostrar a nuestros alumnos como muchas veces juzgamos a las personas por lo que vemos sin saber que puede ser debido a una cultura diferente...